clean energie

Entitats sòcies




Titular notícies

Tecnologías disruptivas

Dimarts 4 Novembre 2014

Con el título "Tecnologías energéticas disruptivas", Pep Puig publica un nuevo artículo en el blog 'Patas arriba' de Energías Renovables

Tecnologías energéticas disruptivas

Las tecnologías para el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía, que fluyen libremente por la biosfera y por la litosfera, han sido calificadas como tecnologías disruptivas. ¿Por qué? Pues porque son tecnologías que llevan asociada la posibilidad de realizar una mutación radical de los sistemas energéticos tal como los hemos heredado del siglo XX.
 
La persona humana, como convertidora de energía (igual que el resto de seres vivientes), inició su estancia en nuestro planeta transformando en fuerza muscular la energía contenida en los alimentos. Pero, desde que aprendió a dominar el fuego, también fue capaz de aprovechar el contenido energético de la leña, mediante su combustión, liberando energía disponible para su uso. Así de esta manera, podríamos decir que, se inició la Era del Fuego, Era que dominó todo el siglo XX, pues mediante la combustión de los materiales fósiles obtenía energía térmica, que se podía utilizar directamente o transformarse en energía mecánica y eléctrica. Incluso, cuando se descubre la fisión nuclear para fines destructivos, se la  disfraza de ‘pacífica' aplicándola a la generación térmica de electricidad. Tan era así, que se procedió a identificar energía con combustibles fósiles (y también nucleares), despreciando toda otra manifestación de energía que no fuera la energía contenida en los materiales fósiles (y nucleares).
 
Hoy, aunque todavía estamos viviendo las últimas etapas de la Era del Fuego, tenemos la oportunidad de poder disponer de energía sin la necesidad de la combustión ni de la fisión de materiales, pues se ha desarrollado todo un abanico de tecnologías que nos permiten captar y transformar la energía contenida en los flujos biosféricos (Sol, agua, viento) y litosféricos (calor de la Tierra) en energía utilizable para los humanos.
 
Pasar de la Era del Fuego en la Era de los Flujos tiene consecuencias bien claras, sobre la persona y sobre la sociedad. Así, la persona y las sociedades humanas dejan atrás su papel de consumidoras de materiales (que no de energía), pues al quemar los combustibles fósiles y fisionar los nucleares, para disponer de la energía que contienen, los materiales desaparecen, se consumen. Así la persona y las sociedades humanas pasan a ser aprovechadoras de flujos, recuperando el papel que durante muchos milenios habían tenido.
 
Pero para que el papel disruptivo de las tecnologías para la captación y aprovechamiento de la energía contenida en los flujos biosféricos, llegue a ser realidad, la ciudadanía debe abandonar el rol que se le ha asignado en las últimas décadas, ser consumidora pasiva de materiales, para pasar a ser captadora, transformadora y usuaria activa de la energía contenida en los flujos biosféricos y litosféricos. Se podría decir que las personas pasamos a ser activas en la producción y uso de la energía. Incluso se podría emplear un nuevo calificativo, que sintetice las dos funciones (producción y el uso activo de la energía), hasta hoy separadas en el marco del sistema energético vigente. Así podríamos ser productores y usuarios a la vez, 'prod-users'.

El papel disruptivo del sistema energético, que hemos heredado del siglo XX, y que potencialmente tienen las tecnologías renovables, sólo será posible si la ciudadanía, de forma individual y/o colectiva procede a realizar una apropiación social de todas estas tecnologías, que hoy ya están disponibles, para la captación, transformación y uso de las fuentes de energía renovables, de la misma forma en que la ciudadanía ha procedido a la apropiación de las tecnologías de la información y de la comunicación, haciendo que quedaran obsoletas las antiguas redes informáticas basadas en un gran ordenador central y muchos usuarios conectados mediante una red piramidal. Hoy las redes de comunicación, ya no son piramidales sino que tienen forma de tela de araña, donde cada nodo es emisor y receptor de información.

Así como ha habido grandes innovaciones en muchos campos de las tecnologías, las tecnologías en las que se fundamenta el sistema eléctrico (y el gasista) aun se basan en el, hoy obsoleto, esquema que aplicó Edison, al poner en funcionamiento la central de Pearl Street , hace 120 años (y en los esquemas de cuando el gas proveía el servicio de alumbrado). Y a ambos sistemas les conviene una buena sacudida, que hoy las tecnologías renovables ya hacen posible, pues permiten que cada usuario o grupo de usuarios puedan ser, a la vez, generadores de la energía que necesitan en la su vida cotidiana para proveerse de los servicios que la energía hace posibles.

Pep Puig
 

Últimes Notícies